sábado, 2 de mayo de 2015

Toshiro Kanamori

Toshiro Kanamori, apoya el modelo de aprendizaje activo, que consiste en el proceso cuyo diseño e implementación se centra en el alumno, al promover su participación y reflexión continua a través de actividades que favorecen el diálogo, la colaboración, el desarrollo y construcción de conocimientos, así como habilidades y actitudes. Las actividades, se caracterizan por ser motivadoras, orientadas a profundizar en el conocimiento, además de desarrollar en los alumnos habilidades de búsqueda, análisis y síntesis de la información, también promueven una adaptación activa a la solución de problemas.

Kanamori, mediante el desarrollo de un aprendizaje con ternura en la escuela, y con el que consigue mezclar diversión y aprendizaje, para enseñarles a sus alumnos el arte de vivir. Intenta mostrar, mediante prácticas como cartas donde expresan sus sentimientos o juegos en el exterior, que lo más importante es ser feliz. Apela a sus emociones, llantos y risas para crear un lazo afectivo entre todos los compañeros del aula.
Sus teorías se centran, en que para vivir feliz, los niños deben aprender a pensar en los demás, que la felicidad propia consiste en la felicidad en conjunto. Las lecturas de sus cartas en voz alta con los pensamientos internos de cada niño, muestran sentimientos de alegría, irritación, firmeza y gratitud. Lo q intenta Kanamori es que los niños compartan sus propias experiencias y empaticen con el resto. Reconocer su propia vulnerabilidad, les ayudara a crecer como personas y fomentar la ayuda a los demás.
Uno de los ejemplos mostrados en el documental, es el niño castigado por hablar en clase, que se le prohíbe realizar la actividad en grupo, para que asuma su culpa. La actividad, consistía en la prueba de construcción de una barca, en la que competían 3 grupos. Los demás compañeros de grupo, muestran su oposición al castigo, y le piden otra oportunidad al profesor, para que su compañero demuestre que puede ser responsable; ante la negativa de profesor, todos los componentes del grupo aceden a cumplir el castigo con su compañero y no realizar la actividad. Finalmente, el profesor los premia con la participación en la prueba. Claramente esto demuestra, que, que tras la aplicación de sus métodos de aprendizaje, Kanamori, ha conseguido la unión del grupo además, del arrepentimiento y gratitud del alumno.

Lo que pretende Kanamori, es mostrar que la felicidad propia está en la de todos, y su aprendizaje se basa en ejercicios y juegos para reflexionar sobre quiénes son, y entender el significado de la vida a través de los sentimientos, consiguiendo fuertes vínculos de amistad entre los niños, y enseñándoles que en eso está la clave de la felicidad.

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