La educación bancaria es la concepción de la educación
como un proceso en el que el educador deposita contenidos en la mente del
educando. El término fue acuñado por primera vez en la obra Pedagogía del
Oprimido del pedagogo brasileño Paulo Freire. Trata a los educandos como una
especie de «recipientes», en los que se «deposita» el saber. Critica este tipo
de educación como instrumento de opresión dado que produce la pasividad en los
estudiantes. De este modo, a mayor pasividad, con mayor facilidad, mayor
opresión y mayor adaptación a ella. La educación bancaria es, por tanto, un
instrumento de opresión.
En la educación bancaria hay dos
tipos de sujetos diferenciados, el educador y el educando. El educador es el
que posee conocimientos y el que transmite sus conocimientos al educando. El
educando recibe todos los conocimientos del educador, sin participar en el
proceso, es decir que funciona únicamente como recipiente. El aprendizaje
consiste en la memorización mecánica de los contenidos con los que son llenados
los estudiantes. No existe creatividad alguna, solo existe saber en la
invención. En la visión bancaria de la educación, el conocimiento es una
donación de aquellos que se juzgan sabios a los que se juzgan ignorantes. Los
educandos, se convierten en personas no críticas, que no cuestionan y que se
adaptan fácilmente al mundo, satisfaciendo así los intereses de los opresores.
La Educación Bancaria es depositar los conocimientos, sin el dialogo, sin la educación
liberadora. Es depositar conocimiento sin aterrizarlo a su realidad.
Ejemplos:
El aprendizaje mediante videotutoriales, aunque algunos cursos online te dejan
preguntar al profesor, en general no hay esa posibilidad.
Los
documentales de televisión, nos muestran información pero no podemos contrarrestarla.
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