Al hablar de educomunicación, nos encontramos habitualmente
con dos perspectivas opuestas a la hora de definir este concepto. Por un lado,
existe un enfoque “tecnológico” y, por otro lado, hay una perspectiva de
carácter fundamentalmente comunicativo.
Desde la perspectiva tecnológica, la comunicación es habitualmente
equiparada con el empleo de medios e instrumentos técnicos. Sin embargo, el
proceso comunicativo sería sinónimo de la mera transmisión de información. Nos
vamos a centrar en Mario Kaplún y sus teorías más relevantes sobre la
educomunicación.
Mario Kaplún es un educomunicador, radialista y escritor
argentino nacido en 1923. Inspirado en Paulo Freire y especialmente conocido
por promover el concepto de la “comunicación transformadora” en oposición a la
“comunicación bancaria”.
Entre sus principales aportaciones señalaba el proceso
dialógico, interactivo y comunicativo, como fundamento de la construcción de
conocimiento y aprendizajes. La educomunicación abarcaría el campo de la tecnología, sin embargo este
campo sería comprendido como un medio al servicio del proceso de enseñanza y no
como un fin en sí mismo. Para Kaplún “educarse es involucrarse en una múltiple
red de interacciones”, influenciado por los autores Vygotsky y a Bruner,
defiende el aprendizaje como un producto social en construcción constante.
Evidentemente, el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje debe situarse en
la participación activa de los educandos, Kaplún considera a los alumnos, no
como simples recipientes pasivos dentro del proceso comunicativo-educativo
(educación bancaria, concepto Paulo Freire), sino como los protagonistas
activos de una dinámica-red de interacciones permanentes. Dicha dinámica
comprendida como el vehículo de creación de aprendizajes y de construcción de
conocimiento.
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Todo esto, supone romper
con la estructura del modelo de comunicación lineal-unidireccional-vertical
característico de la educación tradicional, para transformarlo en un modelo
horizontal-interactivo-bidireccional.
En definitiva, se consideraría a la comunicación, no como un
simple instrumento técnico o mediático, sino como un factor pedagógico al
servicio del aprendizaje entendido como construcción de significados y producto
de la interacción social. En palabras de Mario Kaplún, “convergen una lectura
de la Pedagogía desde la Comunicación y una lectura de la Comunicación desde la
Pedagogía”. Dentro de esta concepción estarían situados todos los medios capaces de generar espacios
para la interacción así como para la construcción de aprendizaje, superando los
enfoques “tecnológicos” que equiparan comunicación con medios técnicos y
centrando en la interacción el eje del proceso educativo, con independencia de
los medios donde se produzca esa interacción.
Kaplún, además de teorizar en estos aspectos, impulsó la
educación no formal a través de la radio y la tv como los medios de comunicación masiva de mayor
audiencia para la sociedad latinoamericana, con incidencia en Argentina, su
tierra natal. Para Kaplún, comunicar es una aptitud o capacidad, que supone ponernos
en disposición de comunicar, es decir, cultivar en nosotros la voluntad de
entrar en comunicación con nuestros interlocutores. Nuestro destinatario espera
que le hablemos de las cosas que le interesan a él, por lo tanto sólo si
partimos de sus intereses, de sus percepciones, será posible entablar el
diálogo con él. Tiene la misma importancia preguntarnos qué queremos decir como
lo que los destinatarios esperan escuchar. Es ahí, donde buscamos el punto de
convergencia, de encuentro. La principal condición del buen comunicador trata
de saber escuchar.
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